MADRID

Última visita: Agosto 2018

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Por espacio, por sala, por producto y por cocina creo que va a ser una de las aperturas del año 2018 en Madrid. Un restaurante necesario dentro de la oferta gastronómica madrileña donde es increíble la ausencia de asadores de cierto nivel donde poder disfrutar de buenas carnes y pescados a la parrilla.

Gonzalo Armas, jefe de cocina, entiende como pocos el fuego. Durante muchísimos años demostró su buen hacer en Filandón, convirtiéndolo en toda una referencia en Madrid. Ahora imita en cierta forma el formato de éxito y en Carbón Negro vuelve el protagonismo de las carnes y pescados a la parilla.

Carnes Guikar Premium, uno de mis proveedores favoritos, junto con una selección de pescados de primer nivel. Tanto el lenguado como la chuleta que pude probar me parecieron sobresalientes, por producto y por ejecución. Perfectos de sabor, maduración perfecta.

Además, amplia oferta de primeros para elegir donde yo no intentaría complicarme mucho a la hora de seleccionar la comanda. La chistorra es fantástica, también de Guikar, y una rica ensaladilla. Rica la tortilla de bacalao o unas buenas Alubias de Tolosa. Lo mejor del norte en Madrid.

En cuanto al postre, el absoluto protagonismo es para la tarta de queso. Suave, cremosa, dan ganas de repetir. De las mejores que se pueden probar. Ahora bien, el arroz con leche es para enmarcar.

Hay que destacar que tienen una oferta más informal, de barra y mesas altas, donde la carta es algo más reducida pero apunta muy buenas maneras. Jamón, ibéricos, escabeches, gambas, ostras Gillardeau, una imponente sobrasada… Para disfrutar.

La bodega cumple con referencas conocidas a precios comedidos. Servicio diligente, mezcla de veternaría con experiencia y gente joven con ganas de agradar.
 

Creo que Carbón Negro es un restaurante para visitar con frecuencia. Para ir a su barra o al comedor. Con amigos o con pareja. Para pasarlo en grande con los cocktails de Carlos Moreno, estar a gusto en un espacio espectacular y encima comer muy bien.