BARCELONA

Última visita: Abril 2017

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Cuando preparaba uno de mis últimos viajes a Barcelona, una de las personas que más criterio tienen sobre gastronomía de cuantas conozco me dijo que, sin falta, tenía que ir a conocer esta restaurante. Y yo, otra cosa no, pero soy muy obediente.

Una casa de comidas de las de toda la vida en un espacio que apenas ha sufrido variaciones a lo largo de estos años y que, por tanto, tiene un encanto especial. 

Los hermanos Herrero, particulares y geniales a partes iguales, ofrecen una cocina de producto de temporada con guiños a esa cocina tradicional catalana que particularmente tanto me gusta.

Mención especial para los postres, excepcionales.

Buena bodega, aunque algo subida de precio, donde predominan las referencias de la zona.

El precio medio es alto pero merece la pena conocer este espacio tan particular de Barcelona donde se come francamente bien.

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